El MiniDisc fue un tecnología desarrollada por Sony en los años 1990 para almacenar, reproducir y grabar sonido. Para los años 2000 podías encontrar estos equipos por alrededor de $200.00 pesos mexicanos en el mercado de segunda mano.
Compré inicialmente un modelo MZ-N510 Type-S que me sorprendió muchísimo en cuanto a la calidad de sonido que reproducía y era doblemente impresionante la calidad con la que grababa el sonido.
En ese entonces estaba grabando cosas de paisajismo sonoro y otros experimentos sonoros para el proyecto:
Para ello tuve que crear y agregar al MiniDisc MZ-N510 un micrófono binaural utilizando económicas cápsulas Electret y un portapilas.
Era una tecnología sorprendente, tenemos que tener en cuenta que en ese entonces (2007 aprox.) la tecnología disponible para grabar audio eran los cassettes analógicos o las recientes grabadoras digitales que eran carísimas. Pero como he mencionado se podía obtener muy buena calidad ha bajo costo con el MiniDisc. Pero, como siempre hay un pero.
Por cuestiones del maldito Copyright la empresa Sony decidió que las grabaciones que realizabas en tu MiniDisc podrían ser piratería, así que podías grabar y reproducir pero no transferir esos archivos a tu compu.
Así que si realizabas grabaciones de campo como lo hacíamos en Archivosonoro, tenías que conectar el audífono del minidisc a la entrada de audio de tu computadora y con algún software de edición de audio (uso Audacity) capturar de nuevo lo que grabaste. Así que si habías grabado 30 minutos de un paisaje sonoro que te interesara, tendrías que pasar otros 30 minutos capturando ese audio en la compu.
Si no hubiera puesto esa traba el MiniDisc seguramente aún existiría el producto porque faltaban muchos años para que existieran otras posibilidades, no sólo de reproducir audio, sino grabarlo en buena calidad.
Y otro gran problema era que para transferir los audios de la compu al MiniDisc, supongamos música, no existía otra cosa que el software privativo de Sony que, como suele ocurrir, nada más funciona en Windows, más los drivers del MiniDisc también privativos.
La cosa es que el viejo MiniDisc quedó guardado en el cajón, pasaron los años, las cosas han cambiado bastante, aunque en incluso en el ámbito de la grabación de paisajismo sonoro, cada vez es menos frecuente encontrar un lugar de sonidos con ausencia de los humanos.
Desde hace muchos años dejé de usar Windows o MAC. Nada más uso máquinas de segunda mano con algún *nix instalado.
Encontré de nuevo el viejo reproductor y comencé a investigar si algo se podría hacer con él en máquinas *nix, entonces encontré el siguiente sitio:
Que aunque sólo funciona con Chrome, puedo utilizarlo en mi máquina *nix. Haciendo la prueba y conectando el viejo MiniDisc veo que sí lo detecta pero no puede acceder a él, entonces recuerdo el asunto de los drivers y encuentro que existen unas utilierías para ello llamadas minidisc-utils.
sudo apt install minidisc-utils
Vuelvo a probar y ¡Oh sorpresa!, no sólo detecta el MiniDisc sino incluso puedes pasar tus archivos de audio a él a través de esta aplicación Web.
Esto sí es revivir (#revivalpunk) y traer de entro los muertos del panteón de la obsolecencia a estos increíbles dispositivos.
Escribo esto el lunes 18 de diciembre de 2023, aunque el experimento lo realicé en la madrugada.
#revivalpunk