Cuando el Titanic chocó con el Iceberg y el capitán se dió cuenta que el hundimiento del barco era inevitable, pidió a los radio telegrafístas a bordo que transmitieran una llamada de auxilio. En esa época la tecnología de radio o inalámbrica (Wireless) era muy reciente así que la única manera de enviar información era utilizando el código morse. También hay que mencionar que se enviaron las letras C.Q.D. que era la llamada de auxilio anterior y también la más reciente y conocida hasta la actualidad: S.O.S.
Como suele ocurrir, la primer persona en captar la llamada de auxilio fue un radioaficionado ubicado a casi 5 mil kilómetros de distancia.
Su nombre Arthur Moore, o "Artie" como lo conocían en el pueblo Blackwood. En cuanto escuchó la llamada de auxilio y coordenadas del Titanic se fue pedaleando a la estación de policías.
Los policías, como suele ocurrir, escucharon la declaración de Artie e inmediátamente le dijeron que ya se podía ir a dormir y que ya no se preocupara del asunto, ya lo atenderían ellos.
Los policías simplemente se burlaron de él y pensaron que estaba algo chiflado. Más tarde en los periódicos corroboraron cada detalle de lo que Artie les había dicho, hasta incluso que la llamada de auxilio lo habían hecho con el mensaje C.Q.D. y S.O.S.
La habilidad de Artie, no sólo de recibir y decodificar código morse, sino construir, montar y utilizar su propia estación de radio en los años 1912 fue una noticia relevante y que llegó a oídos de personas muy importantes de la época.
Entre estas personas estaba el propio Guillermo Marconi que tiempo después le invitó a trabajar para su compañía.
Y aquí es donde estas historias se conectan o siempre habían estado conectadas desde que Artie recibió la llamada de auxilio del Titanic. Durante la Segunda Guerra Mundial, Artie fue pionero de la invención del Sonar: una técnica que utiliza el sonido para navegar y medir distancias de objetos dentro del agua. Este inventó ayudó a guiar los barcos aliados y evadir o alejarse de los submarinos alemanes en el Atlántico Norte.
En 1985, 73 años después de que Artie captara las llamadas de auxilio del Titanic, la tecnología del sonar que ayudó a desarrollar, descubrió el lugar exacto donde el Titanic descansaba en el fondo marino del Atlántico.