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LA TECNOLOGíA ES UNA FUERZA SOCIAL MÁS PODEROSA QUE LA

ASPIRACIóN DE LIBERTAD

  1. No es posible hacer un compromiso DURADERO entre tecnología y libertad, porque la tecnología es de lejos la fuerza social más poderosa e invade continuamente la libertad a través de compromisos REPETIDOS. Imagina el caso de dos vecinos, cada uno de los cuales al principio posee la misma cantidad de tierra, pero uno de ellos es más poderoso que el otro. El poderoso demanda un trozo de tierra del otro. El débil se niega. El poderoso dice, «Muy bien, lleguemos a un acuerdo. Dame la mitad de lo que te he pedido». El débil tiene poca alternativa sino es ceder. Algún tiempo después el vecino poderoso demanda otro trozo de tierra, otra vez hay un acuerdo, y así sucesivamente. Forzando a una larga serie de compromisos al hombre débil, el poderoso finalmente consigue toda su tierra. Así funciona el conflicto entre tecnología y libertad..

  2. Permiteme explicar porqué la tecnología es una fuerza social más poderosa que la aspiración de libertad.

  3. Un avance tecnológico que parece no amenazar la libertad frecuentemente más tarde resulta amenazarla muy seriamente. Un paseante en un principio podía ir donde quisiera, ir a su propio paso sin observar ninguna regulación del tráfico, y era independiente de sistemas de soporte tecnológico. Cuando se introdujeron los vehículos a motor aparecieron para incrementar la libertad del hombre. No quitaron libertad al paseante, nadie tenía que tener un automóvil si no quería uno, y cualquiera que eligiera comprar uno no podía viajar mucho más rápido que el paseante. Pero la introducción de transporte motorizado pronto cambio la sociedad de tal manera como para restringir gravemente la libertad de locomoción del hombre. Cuando los automóviles fueron numerosos, fue necesario regular su uso extensivo. En un coche, especialmente en áreas densamente pobladas, uno simplemen-te no puede ir donde uno quiera a su propio paso; los movimientos de uno son gobernados por el fluir del tráfico y por diferentes normas. Uno está restringido por diferentes obligaciones: necesidad de permiso, examen de conducir, renovación del registro, contrato del seguro, mantenimiento requerido para la seguridad, pagos mensuales sobre precio firme. Además, el usar transporte motorizado no es en adelante opcional. Desde la introducción de transporte motorizado la distribución de nuestras ciudades ha cambiado de tal manera que la mayoría de la gente ya no vive dentro de una distancia de su lugar de trabajo, de las áreas de compra y de las oportunidades de recreo que puede hacer andando, por lo que TIENE que depender del automóvil para transportarse. Si no, tiene que usar el transporte público, en tal caso tiene menos control incluso de su propio movimiento que conduciendo un coche. Incluso la libertad del paseante está ampliamente restringida. En la ciudad se tiene que parar continuamente y esperar en los semáforos, que están diseñados principalmente para servir al tráfico. En el campo, el tráfico motorizado lo hace peligroso y desagradable para andar a lo largo de la carretera. (Señalar el importante punto que hemos ilustrado con el caso del transporte motorizado: cuando un nuevo artículo se introduce como una opción que una persona puede aceptar o no como elija, no quiere decir necesariamente que PERMANEZCA opcional. En muchos casos la nueva tecnología cambia la sociedad de tal manera que la gente a la larga se ve FORZADA a usarla).

  4. Mientras el progreso tecnológico COMO TOTALIDAD continuamente estrecha nuestra esfera de libertad, cada nuevo avance técnico considerado EN Sí MISMO parece deseable. Electricidad, fontanería interior, comunicaciones rápidas de larga distancia... ¿cómo alguien podría argumentar contra cualquiera de estas cosas, o contra cualquier otro de los innumerables avances técnicos que ha hecho la sociedad.moderna? Hubiera sido absurdo resistir la introducción del teléfono, por ejemplo. Ofrece muchas ventajas y ninguna desventaja. Sin embargo tal y como explicamos en los párrafos 59-76, todos estos avances técnicos tomados juntos han creado un mundo en el cual la suerte del hombre medio ya no está en sus propias manos o en la de sus vecinos y amigos, sino en la de los políticos, ejecutivos de corporaciones y remotos y anónimos técnicos y burócratas en los que como individuo no tiene poder para influir. Puesto que alguna gente puede encontrar paradójica la noción de que un gran número de cosas buenas se pueden sumar para dar una mala, lo ilustraremos con una analogía. Supongamos que el Sr. A está jugando al ajedrez con el Sr. B. El Sr. C, un gran maestro, está mirando por encima del hombro del Sr. A. Este por supuesto quiere ganar la partida, así que si el Sr. C indica un buen movimiento para el Sr. A, le está haciendo a éste un favor. Pero ahora supongamos que el Sr. C le indica al Sr. A TODOS sus movimientos. En cada instante particular hace al Sr. A un favor enseñándole su mejor movimiento, pero haciendo TODOS estropea el juego, puesto que no hay motivo en que el Sr. A juegue si algún otro hace todos sus movi-mientos. La situación del hombre moderno es análoga a la del Sr. A. El sistema hace la vida de una persona mucho más fácil de innumerables formas, pero haciéndolo priva a esta del control sobre su propia suerte. El mismo proceso continuará en el futuro. La ingeniería genética, por ejemplo. Poca gente se resistirá a la introducción de una técnica genética que elimine las enfermedades hereditarias. Aparentemente no daña y previene mucho sufrimiento. Así, un gran número de mejoras genéticas tomadas juntas hará de los seres humanos un producto de ingeniería antes que una libre creación del azar (o de dios, o de lo que sea, dependiendo de tus creencias religiosas).

  5. Otra razón de porque la tecnología es una fuerza social poderosa es que, en el contexto de una sociedad dada, el progreso tecnológico camina en una sola dirección; nunca puede dar marcha atrás. Cuando se ha introducido una innovación técnica, la gente normalmente se vuelve dependiente de ella, a no ser que sea reemplazada por alguna innovación aún más avanzada. La gente no sólo se vuelve dependiente como individualidades de un nuevo producto tecnológico, sino, incluso en mayor grado, el sistema como conjunto se vuelve dependiente de él. (Imagina que le pasaría al sistema actual si los ordenadores, por ejemplo, fueran eliminados). Así el sistema se puede mover en una sola dirección, detrás de una mayor tecnologización. La tecnología fuerza repetidamente a la libertad a dar un paso atrás, pero la tecnolo-gía nunca puede dar un paso atrás-short to el derribo de todo el sistema tecnológico.

  6. La tecnología avanza con gran rapidez y amenaza la libertad en muchos puntos al mismo tiempo (hacinamiento, normas y regulaciones, incrementa la dependencia de las personas en grandes organizaciones, propaganda y otras técnicas psicológicas, ingeniería genética, invasión de la intimidad por medio de dispositivos de vigilancia y ordenadores, etc.). Para retener CUALQUIERA de las amenazas de la libertad se requiere una lucha social diferente. Aquéllos que quieren proteger la libertad están abrumados por el claro número de nuevos ataques y la rapidez con la que se desarrollan, en consecuencia, se vuelven apáticos y no resisten por más tiempo. El luchar contra cada una de las amenazas por separado sería inútil. Se puede esperar el éxito sólo luchando contra el sistema tecnológico como conjunto; pero esto es revolucionario, no reformista.

  7. Los técnicos (usamos este término para describir a todos aquellos que realizan una tarea especializada que requiere entrenamiento) tienden a estar tan comprometidos con su trabajo (su actividad sustitutoria) que cuando surge un conflicto entre éste y la libertad, casi siempre deciden en favor de su trabajo técnico. Esto es obvio en el caso de los científicos, pero también aparece en otras partes: educadores, grupos humanitarios, organizaciones de conservación, no vacilan en usar propaganda u otras técnicas psicológicas para ayudarse a conseguir sus loables finalidades. Las corporaciones y las agencias gubernamentales, cuando lo encuentran provechoso, no vacilan en reunir información sobre personas sin respetar su intimidad. Las agencias de ejecución de las leyes están frecuentemente en dificultades con los derechos constitucionales de los sospechosos y frecuentemente de personas completamente inocentes, y hacen lo que legalmente puedan (o algunas veces ilegalmente) para restringir o burlar esos derechos. Muchos de estos educadores, funcionarios gubernamentales y oficiales de leyes creen en la libertad, en la intimidad y en los dere chos constitucionales, pero cuando estos entran en conflicto con su trabajo, normalmente sienten que su trabajo es más importante.

  8. Es bien sabido que generalmente la gente trabaja mejor y más persistentemente cuando lucha por un premio que cuando intenta evitar un castigo o un resultado negativo. Los científicos y otros técnicos están motivados principalmente por los premios que consiguen a través de su trabajo. Pero aquellos que se oponen a la invasión técnica de la libertad están trabajando para evitar un resultado negativo, consecuentemente son unos pocos los que trabajan persistentemente y bien en esta tarea desalentadora. Si alguna vez los reformistas realizan una victoria notable que parece levantar una barrera sólida contra futuras erosiones de la libertad a través del progreso técnico, muchos tenderán a relajarse y desviar su atención a empeños más agradables. Pero los científicos permanecerán atareados en sus laboratorios y la tecnología, como progresa, encontrará caminos, a pesar de cualquier barrera, para ejercer más y más control sobre las personas y hacerlas más dependientes del sistema.

  9. Ningún acuerdo social, sean leyes, instituciones, costumbres o códigos éticos, puede proporcionar una protección permanente contra la tecnología. La historia enseña que todos los acuerdos sociales son transitorios; todos cambian o fracasan a la larga. Pero los avances tecnológicos son permanentes dentro del contexto de una civilización dada. Supongamos por ejemplo que si fuera posible llegar a algún acuerdo social que previniera que la ingeniería genética fuera aplicada a seres humanos, o prevenirlo de tal manera como para no amenazar la libertad y la dignidad. No obstante, la tecnología permanecerá esperando. Antes o después el acuerdo social fracasará. Probablemen-te antes, dando paso a la oportunidad en nuestra sociedad. Entonces la ingeniería genética empezará a invadir nuestra esfera de libertad, y esta invasión será irreversible (estando lejos de un fracaso de la civilización tecnológica en sí). Cualquier ilusión a cerca de conseguir algo permanente a través de acuerdos sociales debería disiparse por lo que actualmente está pasando con la legislación ambiental. Hace unos pocos años parecía que había barreras legales seguras previniendo al menos ALGUNOS de las peores formas de degradación ambiental. Un cambio en el viento político y esas barreras empiezan a derrumbarse.

  10. Por todas las razones anteriores, la tecnología es una fuerza social más poderosa que la aspiración de libertad, pero esta declaración requiere una importante calificación. Parece que durante las próximas décadas el sistema tecnológico-industrial experimentará una severa cuota de tensión en problemas económicos y ambientales y, especialmente, en problemas de comportamiento humano (alienación, rebelión, hostilidad, una variedad de dificultades sociales y psicológicas). Esperamos que la tensión que el sistema probablemente atravesará le causará un colapso, o al menos lo debilitará lo suficiente como para que ocurra una revolución y tenga éxito. Entonces, en ese momento particular, la aspiración por la libertad se habrá mostrado más poderosa que la tecnología.

  11. En el párrafo 125 usamos una analogía de un vecino débil dejado desvalido por un vecino fuerte que le quita toda su tierra forzándolo a una serie de compromisos. Pero supongamos ahora que el vecino fuerte cae enfermo, por lo que es incapaz de defenderse. El vecino débil puede forzar al fuerte a devolverle su tierra o lo puede matar. Si deja sobrevivir al hombre fuerte y sólo lo fuerza a devolverle su tierra, es un mentecato, porque cuando el hombre fuerte se recupere volverá a quedarse con toda la tierra para él. La única alternativa sensata para el hombre débil es matar al fuerte mientras tiene una oportunidad. De la misma manera, mientras el sistema industrial está enfermo debemos destruirlo. Si transigimos y le dejamos recuperarse de su enfermedad a la larga destruirá toda nuestra libertad..

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