A mí me gusta, según mi opinión, coleccionar. Aunque un día me pregunté ¿qué es coleccionar?, me quedó claro que no es juntar un montón de cosas, que nos gustan, en una caja, hay varias cosas además. En mi caso es investigar sobre ese objeto hasta las últimas consecuencias o para ser francos hasta donde tenga información las búsquedas de Internet. Hasta las últimas consecuencias significaría, además, visitar los lugares y entrevistar a las personas alrededor de ese objeto. Cosa imposible para mí.
Andando por Internet y en diferentes tiempos me encontré un par de textos sobre ¿Por qué coleccionar?, el primero de un folleto del Instituto Smithsoniano, que para mí desde siempre ha sido una maravilla ese instituto, su organización sus directores, creo que lo van dirigiendo apenas y 10 personas en toda su historia de más de 100 años. Y el segundo texto es de Eric Wrobbel.
El impulso por coleccionar es humano. Coleccionamos por muchas razones: Conseguir información acerca del mundo, para preservar el pasado, o para satisfacer nuestros intereses o deseos. Para algunos, es una búsqueda que dura toda la vida.
Los coleccionistas pioneros tienen una gran página en el archivo del Instituto Smithsoniano. Cada uno tiene su propia y única pasión, desde los globos aerostáticos hasta las conchas de mar, hasta grabados japoneses de ferias mundiales. JUntos, estas diversas colecciones conforman una basta red de conocimiento.
Los archivos Smithsonianos continúa construyendo el trabajo de esos coleccionistas curiosos. Preservamos los tesoros históricos y cada día los objetos proveen una ventana hacía el pasado. Buscamos nuevas fuentes y colecciones a través de investigaciones avanzadas y becas. Compartimos nuestras colecciones con el mundo para inspirar la curiosidad y que procuren el inicio de nuevas ideas. Como una especie de nuevo gabinete de curiosidades. La Colección del acervo del Instituto Smithsoniano abarcan eras y disciplinas, lo que permite el descubrimiento, inspira la creatividad e ilumina la historia.
Desde su fundación en 1846, el Instituto Smithsoniano se ha dedicado a posibilitar los descubrimientos científicos.
El científico y coleccionista británico James Smithsonian (1765-1829) donó fondos para establecer el Instituto Smithsoniano para "incrementar y difundir el conocimiento".
Hoy, este legado vive en el trabajo de los científicos y curadores del Instituto Smithsoniano quienes empujan los límites de nuestro conocimiento con sus investigaciones, publicaciones y colecciones, desde la astronomía hasta la zoología.
Los libros de los Acervos Smithsonianos coleccionan y documentan y recopilan los descubrimientos científicos innovadores y logros tecnológicos y que sirven como fuente de información valiosa para científicos e historiadores.
"Vivir en esta era de la ciencia sin ser consciente de sus fascinantes orígenes es perder gran parte del espíritu de sus logros" - Coleccionista Bern Dibner
¿Por qué coleccionamos? ¿por inseguridad? o ¿por exceso de seguridad? ¿Porque somos materialistas? Tal vez y seguramente, pero más que materialistas es por el respeto a la creación de esos materiales
Piénselo, la mayor parte de los daños y desapariciones de esos materiales han sido por la falta de respeto de las personas que las ignoran.
Cuidar de nuestras cosas y de nuestras colecciones es tener respeto no sólo por los materiales sino por el planeta que los procuran, en esto estamos en el lado correcto de la historia.
Como en todo, hay buenos coleccionistas y malos coleccionistas. Están aquellos que tienen todo guardado en cajas sin permitir ser apreciados
Otros lo que les encanta es la aventura de perseguir una pieza rara y faltante en su colección. Andar en mercado de pulgas, en tiendas viejas es su fascinación, no tanto el valor del objeto que conseguirán.
Cómo coleccionistas sabemos el valor de algo con tan sólo verlo, escucharlo, sentirlo o degustarlo. No necesitamos (y a veces lo deseamos) que lo pongan en el exhibidor principal o una etiqueta con precio de "único".
De ahí que la mayoría de las personas no coleccionista vea nuestros acervos y lo considere menos que basura.
Pero dejame decirte algo acerca de esta idea de "basura" que tienen estas personas no coleccionistas. A decir verdad, cualquier objeto mediocre que regularmente se vende en un estuche reluciente y está de moda o es novedoso, una vez se le quita la etiqueta de precio, y su empaque y se ha usado tan sólo un poco, es practicamente más basura que cualquier pieza de nuestra colección.
Es así como vemos que lo que antes era reluciente y brillante, después de un año termina en la basura, los coleccionistas siempre vemos este proceder.
Y esas personas no coleccionistas siempré están dispuestos a darnos consejos acerca de nuestra "basura" y cuando se van se dirigen a los centros comerciales a comprar esas ofertas y la última moda en tecnología o artilugios para hacer su vida "más simple y minimalista".
Algunos dirán que hay cosas que venden que están etiquetdas como "De Colección" o "Coleccionable" y esa es una regla primordial para cualquier coleccionista, si está hecho para ser coleccionado entonces no es coleccionable.
Un buen coleccionista colecciona por un interés profundo y auténtico sin importar qué tipo de objeto sea.
No digamos de las colecciones creadas con tan sólo comprar una colección completa, esos coleccionistas no lo son, son inversionistas, su único interés es cuánto cuesta y cuánto podrá costar, si les preguntas de la historia de que son esas cosas que colecciona y cómo adquirió su colección, no conocerá nada en absoluto, tan sólo su precio.